Mato al ladron

Un hombre deberá pagar 300.000 euros por disparar al ladrón que asaltaba su casa

• La Fiscalía pedía siete años de prisión por matar a uno de los tres asaltantes que irrumpieron en su casa de Arganda del Rey.
• Los otros dos asaltantes tendrán que cumplir un año de prisión.
• El hombre tendrá que indemnizar con el pago de 50.000 euros a cada uno de los seis hijos menores de la víctima.

El hombre para el que la Fiscalía pedía siete años de prisión por matar a uno de los tres asaltantes que irrumpieron en su casa de Arganda del Rey no entrará en prisión pero deberá pagar a los hijos de la víctima 300.000 euros después del acuerdo de conformidad al que han llegado las partes.

Los hechos se remontan a mayo de 2009 El Ministerio Público ha decidido este martes en la Audiencia Provincial de Madrid rebajar la solicitud de siete a dos años de cárcel para el constructor Joaquín R.S., acusado de un delito de homicidio con la eximente incompleta de legítima defensa y con los atenuantes de confesión de los hechos y reparación del daño.

Sí se le ha impuesto el pago de 50.000 euros por cada uno de los seis hijos menores de la víctima, Ramón Jiménez Bruno, a cuatro de los cuales les ha sido hecha la prueba de ADN la pasada semana, según ha comentado la familia en los pasillos del juzgado.

El propietario de la casa tomó una escopeta de caza y disparó en dirección a donde escuchaba ruidos y voces Para los otros dos acusados por un delito de intento de robo con fuerza en casa habitada, Juan Ángel B.P. y Juan Manuel G.A., se ha acordado la pena de un año de prisión para cada uno de ellos.

Los hechos se remontan a mayo de 2009, cuando, según las conclusiones provisionales del fiscal, Ángel B.P. y Juan Manuel G.A., "puestos de común acuerdo con Ramón Jiménez Bruno y movidos por un ánimo de ilícito beneficio económico", rompieron el cierre de la entrada de la casa que Joaquín R.S. tiene como segunda vivienda y almacén en Arganda del Rey, para robar.

El propietario de la casa -que permaneció en prisión preventiva desde su detención el 14 de mayo hasta el 29 de julio de 2009-, "viéndose en peligro" tomó una escopeta de caza para la que tenía licencia de armas y disparó en dirección a donde escuchaba ruidos y voces.

Uno de los disparos alcanzó a Ramón Jiménez Bruno, que murió en el acto, mientras que sus compañeros huyeron sin llevarse objeto alguno y dejando el cuerpo sin vida del fallecido. "Me siento tranquilo", ha manifestado escuetamente Joaquín R.S. a la salida del juzgado. Por su parte, la abogada de los presuntos ladrones, Victoria Guerra, ha señalado que el acuerdo ha sido mucho mejor que llegar al juicio, y la representante legal de la familia de la víctima ha recordado el dicho de que "más vale un mal acuerdo que un buen pleito".